El gran monstruo rugió en agonía, mientras su cuerpo gigante cayó unos pasos hacia atrás. La sangre caía de la herida en cascadas, coloreando sus escamas. Desde el interior del palacio, una criatura de sombras emergió, empuñando una gran espada de hierro y vestida con armadura de acero.
Mirando más de cerca, Han Sen se dio cuenta de que los armamentos no estaban realmente fijados a una persona o criatura. A pesar de tener la forma de un humano, la armadura en realidad no vestía a nadie. La armadura estaba vacía, como si estuviera poseída. Entre las placas de la armadura, todo lo que podía ver era el parpadeo de una luz verde fantasmal.
«¿Es esta una criatura? ¿O es un espíritu?» Han Sen observó al monstruo con armadura con gran incertidumbre.
¡Roar!
