Han Sen no dijo nada más, pero la idea de matar a Huang Mian le dejaba un mal sabor de boca. Pero era tal como Chen Ran pensaba; Han Sen quería usar palabras para darle fin a la pelea y conservar su energía. No quería revelar su arma secreta frente a Chen Ran usándola en contra de Huang Mian.
Han Sen había aprendido mucho acerca de Chen Ran; era un lobo viejo e inteligente. Si Han Sen utilizaba su ballesta de pavo real para terminar la pelea contra Huang Mian ahora mismo, Chen Ran estaría huyendo antes de que el cadáver de su seguidor más fervoroso tocara el piso.
Las habilidades de la familia Chen no eran ninguna broma, y estaban entre las mejores de la Alianza. Han Sen no creía que tuviera lo necesario para mantener al viejo lobo en su lugar.
Pero el viejo lobo se había atrevido a perseguirlo, y por tanto, Han Sen no le permitiría escapar tan fácilmente.