Han Sen quería saltar al mar, pero la avispa de cristal sangre impedía que se acercase lo suficiente. Debió evadir de acuerdo a sus ataques, así que no podía ir a dónde deseaba.
No importaba qué habilidades utilizara Han Sen o cuán desquiciadamente rápida sean; la avispa sólo debía revolear sus alas para destruir cualquier plan que Han Sen ideara.
Han Sen aún no había sido picado, a pesar del tiempo por el cual la avispa le había estado pisando los talones. Esto sorprendió a Queen.
Queen, poniéndose en el lugar de Han Sen, creía que habría sido picada hace mucho tiempo.
Queen no pensaba que solamente sus habilidades le permitían evadir los ataques. Era más como si Han Sen tuviera la habilidad de predecir lo que sea que sus enemigos planeasen. Antes de que la avispa de cristal sangre mostrara alguna indicación de dónde y cuándo atacaría, Han Sen ya estaba moviéndose para evadir su ataque.