Ellos inicialmente pensaban que Han Sen podría tener alas y planeaba volar en el valle para atraer al rey serpiente.
Era casi imposible que alguien caminase hasta allí. La profundidad de la nieve era mayor a la de cualquier hombre, y si te hundías al intentar caminar encima de ella, te estarías hundiendo en una tumba blanca ocupada por serpientes poco amigables. Sería una muerte segura.
Si Han Sen podía volar, le iría mejor, pero no por mucho. Las serpientes de hielo también poseían la habilidad de volar, y por tanto una pelea aérea en desventaja ocurriría. Aunque no podían volar demasiado alto, siempre que permanezca en el valle de hielo, le sería imposible escapar de su persecución.
Es por eso que pensaban que la decisión de Han Sen de ir solo era una acción suicida.
Pero ahí iba, caminando al valle. Sin alas.