—¿Qué está pasando? Ese caballito de mar azul acaba de incinerar todo el refugio —dijo Han Sen viendo como el refugio se envolvía en llamas azules. Su mente se congeló en un estado de shock.
Las llamas azules alcanzaron una docena de millas de longitud y se retorcieron alrededor de la totalidad del Refugio de los Fondos Marinos. Aún más extraño era el hecho de que ningún espíritu o criatura parecía haber escapado de allí.
El área que rodeaba el refugio estaba en silencio. El único movimiento que se pudo ver fue el del Refugio de los Fondos Marinos, ahora compuesto de llamas azules como el Infierno. Tan brillantes eran las llamas que todo el mar estaba ahora iluminado en azul.