Han Sen inspeccionó cuidadosamente a Xue Yiyang, sin saber si había aprendido Piel de Jade. Si estabas buscando gente con piel suave, encontrarías que la piel de mucha gente era parecida al hielo.
Parecía que las personas que aprendieron Qi Gong tenían una piel que parecía particularmente suave. Eso le dio tranquilidad a Han Sen.
Han Sen quería preguntar sobre la familia Xue, pero antes de que pudiera, el discurso comenzó. Todos quedaron en silencio, y Han Sen debió tragarse sus preguntas y fijar su atención en el escenario.
La primera mujer que vino a hablar se llamaba Lin Weiwei. No podía estimar su edad, pero se veía tan elegante que sus ojos se sintieron refrescados con solo mirarla.
Su cuerpo entero era como un jade sedoso, e incluso su cabello poseía un halo de inmaculada nitidez.