—Me temo que tengo que decepcionarte. Soy el enemigo de Blackgod, por lo que debería ser un inconveniente para mí ir contigo —Han Sen sonrió y dijo.
—¿Tú eres el que hirió a Blackgod y robó al rey sus peces? —dijo Li Xinglun recordando de repente, mirando a Han Sen con sorpresa.
—No es otro que yo. No creo que debamos ir juntos. Cuando comiences la pelea, me uniré a ti en ese momento —dijo Han Sen.
—Eso haré. Sin embargo, debes tener cuidado. En ese momento, todos los combatientes avanzados en Blackgod Shelter estarían allí. Si Blackgod hiciera algo para lastimarte, sería difícil para ti escapar. Estoy a cargo de atacar desde el oeste, podrías ir a mi lado —reflexionó Li Xinglun.
—¿Quién es el encargado de atacar la puerta principal? —Han Sen preguntó.
—Blackgod es el más fuerte, así que está haciendo eso.