Al no haber ocurrido nada peligroso, Han Sen caminó rápidamente hacia la caja del tesoro de cristal y echó un vistazo.
Han Sen parpadeó. En la caja del tesoro había una mujer, cuya parte inferior del cuerpo era una cola de pez. Su parte superior del cuerpo estaba desnuda y pálida, con dos vieiras cubriendo sus pechos.
Su largo cabello azul caía como una cascada, y sus orejas tenían aletas azules, parecían bonitas pero extrañas.
—¿Es esto una sirena? —se preguntó Han Sen. Miró a la mujer dentro de la caja del tesoro y vio otras dos cosas a su lado.
Uno era un bastón con forma de coral azul, y el otro era una gema brillante.
—Personal del espíritu... Piedra del espíritu... ¿Es esta criatura parecida a una sirena un espíritu? —preguntó Han Sen. Vio cuáles eran los dos artículos y miró a la sirena en la caja, sorprendida.