Han Sen miró el cristal roto en el piso, sorprendido. Cuando los humanos aún vivían en el planeta Tierra, los científicos de la época pensaban que los cerebros humanos sólo funcionaban al 10% de su capacidad, por lo que tenían mucho potencial escondido.
Sin embargo, con el desarrollo de la ciencia y tecnología, esa teoría fue probada como absurda.
Cada parte del cerebro humano tenía una función única, así que no había partes no desarrolladas. Para mejorar las habilidades del cerebro, este debía evolucionar más.
La evolución por la que los humanos pasaban en Santuario de Dios también podía hacer que el cerebro de uno también evolucionase. Por lo tanto, hoy en día, las personas con un grado mayor de evolución también tendrían un cerebro más fuerte, lo que los haría más inteligentes.