En su habitación en Refugio de Armadura de Hierro, Han Sen sintió un fuerte dolor de cabeza, y miró a Cero, quien estaba sentada del lado opuesto a él.
Hace unos días, cuando seguían en la cueva, Cero insistió en seguir silenciosamente a Han Sen. Caminaba cuando Han Sen caminaba, y se detenía cuando este lo hacía. Cuando Han Sen cocinaba algo, ella lo comía sin más. Cuando Han Sen le preguntaba cosas, ella simplemente asentía o agitaba su cabeza.
Han Sen no obtuvo información de ella y tuvo que aceptar que lo siguiera.
Han Sen incluso intento escapar a espaldas del rugidor dorado en medio de la noche mientras ella dormía. Sin embargo, luego de montar en el rugidor dorado por más de medio día, Han Sen vio que Cero estaba a su lado mientras cocinaba el almuerzo, esperando con los ojos muy abiertos.