Ya que el abrasador humo gris era casi letal, Jin Rijie, Jin Mingli y Sun Minghua se vieron forzados a retroceder. Sin embargo, Han Sen permaneció en donde estaba. Quizá esta fuera su mejor oportunidad de matar a una súper criatura. Si se retiraba ahora, no sabía si podría obtener las esencias vitales, y definitivamente no ganaría ningún alma bestia.
Han Sen deseaba un súper alma bestia aún más que la esencia vital. Si lograba obtener una súper alma bestia poderosa, quizá puediera matar súper criaturas por su cuenta, en lugar de esconderse y escabullirse como lo hacía ahora.
—Han Sen, ¡vámonos! ¡Es muy peligroso estar aquí! —le gritó Jin Rijie a Han Sen.
—Ustedes vayan primero. Yo me quedaré un poco más —respondió Han Sen, apretando los dientes e iniciando Piel de Jade al mismo tiempo.