Han Sen también sintió que era hora de que Xu Ruyan hiciera algo. No esperaba que le pidiera otros tres osos de ojos fantasmas.
—¡El Grupo Estelar está lleno de gente rica!
Han Sen pensó que su fuente de ingresos ya se había agotado, y no se dio cuenta de que Xu Ruyan gastaba mucho dinero.
Han Sen mató a cuatro osos en un día. Vendió tres de ellos a Xu Ruyan y guardó uno para sí mismo, para aumentar sus genopuntos mutantes.
Ese día, Xu Ruyan y otros almorzaron estofado de carne y después se dirigieron hacia el nido.
Han Sen no estaba para nada preocupado y siguió disfrutando de su barbacoa. Parecía no tener intención de seguir a Xu Ruyan. La única preocupación de Xu Ruyan desapareció al ver que Han Sen no los había notado. Ella dirigió al equipo y aceleró su ritmo.