—Doscientos millones está bien. Sin embargo, me es imposible traer tanto dinero a Santuario de Dios. Puedo escribirte un cheque provisorio y el Grupo Estelar te pagará en la Alianza —aceptó Xu Ruyan. Luego de calmarse, tenía un fuerte deseo de matar a Han Sen.
No importaba cuantaos cheques le escribiese a Han Sen a estas alturas, porque el equipo de rescate del Grupo Estelar no lo dejaría vivo de todas formas.
—Lo siento, solo acepto efectivo —rechazó Han Sen rehusando la oferta de Xu Ruyan. La miró de pies a cabeza y continuó: —Aunque podrías pagarme también con almas bestia.
Han Sen sabía que no podrían traer tanto dinero, y lo que quería eran sus almas bestia en primer lugar.
—¿Qué propones? —dijo Xu Ruyan, sintiendo aún más ganas de matarlo.