Luego de llegar a Valle de Arena, Han Sen logró entender porque con un equipo fuerte como el de Huangfu Pingqing no pudo matar a la criatura de sangre sagrada.
La razón por la cual Valle de Arena se llamaba así era por los pozos de arena que estaban por todos lados en el valle. A menos que uno contara con alas, uno moriría ahí de seguro. Incluso unas alas mutantes serían demasiado lentas como para pelear con una criatura de sangre sagrada, por lo tanto sólo aquellos que tenían alas de sangre sagrada podían intentar cazar a esta criatura.
La criatura de sangre sagrada tenía más de dos metros de alto y estaba hecha de piedras con un brillo metálico. Lo peor de todo era que el martillo en su mano era tan grande como un barril, con un mango de más de dos metros de largo. Cuando empuñaba su arma, cualquier oponente en una docena de metros resultaría herido o muerto.
Huangfu Pingqing le sonrió a Han Sen y dijo: