—Lo siento tanto — se disculpó Ji Yanran, tomada del brazo de Qu Lili.
—Olvídalo. Ahora entiendo que las chicas darían cualquier cosa por sus hombres —repuso Qu Lili. Luego, mirando a Han Sen preguntó—Genio, ¿vendrás con nosotras?
—Seguro. ¿Pero puedes llamarme por mi nombre?
—¡Púdrete!
Han Sen decidió guardar silencio, y siguió a las chicas.
Aunque la escuela militar enseñaba artes hipergeno, no contaban con nada avanzado.
Sin embargo, los estudiantes de escuela militar tenían ciertos beneficios a la hora de comprar artes hipergeno. Los de primer año podían comprar un arte hipergeno de clase C, los de segundo una de clase B y dos de clase C, los de tercer año podían comprar dos clase B y cuatro clase C; y los de último año podían comprar una de clase A y cinco de clase B.