Habiendo caminado por otro medio día, Han Sen no había visto ninguna criatura en el camino, lo cual le resultó extraño.
Súbitamente, el enorme cuerpo de un gusano roca apareció frente a él, y Han Sen rápidamente se preparó para una pelea. Aunque los gusanos roca eran sólo criaturas primitivas, su tamaño era muy grande y su fuerza era demasiada como para ignorarlos.
Ese gusano roca permaneció quieto. Han Sen se acercó y descubrió que el gusano roca ya estaba muerto, con su cabeza entera aplastada por ataques desconocidos.
— Parece que en verdad alguien ha venido por aquí.
Han Sen se puso alerta, retiró a Meowth, y siguió caminando solo.
El número de cuerpos de gusanos roca empezó a aumentar. Algunos murieron con sólo la mitad de sus cuerpos sobre la tierra. Han Sen se preguntaba qué tipo de arma había hecho golpes tan brutales.