Fang Mingquan no encontró a Dólar y dejó de buscar. Regresó a su estudio emocionado y empezó a editar las grabaciones que hizo.
—¡Mi futuro está en este video! —exclamó. Fang Mingquan se quedó despierto toda la noche editando las grabaciones.
Este era definitivamente un encabezado exclusivo. Con la transmisión en línea de la noche anterior, la palabra se esparciría y el video editado de seguro se volvería viral.
Eran el deseo de éxito y la admiración por Dólar que lo llevaron a editar el video tan rápido. Fang Mingquan pensaba que este debía ser su mejor trabajo desde que se convirtió en periodista hace varios años.