—¿Qué estás haciendo aquí? — exclamó Han Lei con sorpresa al ver a Han Sen aqllí.
—Llevando a Yan a la escuela — respondió Han Sen.
—¿Yan viene a la San Pablo?— inquirió Han Lei, mirando a Han Sen y Han Yan, poco convencido.
—Desde hace unos días—dijo Han Sen, listo para llevar a Han Yan a la puerta de la escuela.
Han Lei pensó por un momento y luego corrió hacia Han Sen. Tomó a Han Sen del brazo y rugió:
—¡Lo sabía! Mi hermano mayor manejó la compañía durante tantos años, debe haber malversado mucho dinero. Me estabas mintiendo acerca de no poder llegar a dos millones, mientras que ahora gastas millones para enviar a Yan a la San Pablo. Te digo que este dinero pertenecía a toda la familia, al igual que la casa. Debemos dividirlo, o sino ...
—¿O sino qué? ¿Qué puedes hacer al respecto? — espetó Han Sen, mirando fríamente a Han Lei. Estaba completamente decepcionado con sus parientes y no les daría un centavo más.