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Chapter 86 - Capítulo 86 - La Desolada Nieve

Alice había creído previamente que no mantenía sentimientos profundos por Linley, pero cuando ella lo vio una vez más cara a cara, especialmente cuando ella vio la mirada de incredulidad en su rostro, ella sintió un dolor en su corazón.

—Hermano mayor Linley.

Alice lo llamó.

El rostro pálido de Linley no tenía una partícula de sangre. Estuvo de pie ahí, aturdido, por un largo tiempo.

*¡Swish!* Soltando un grito furioso, el pequeño Ratón de las Sombras, Bebe, se transformó en una viciosa mancha negra y cargó directamente hacia Alice y Kalan. A pesar de que Bebe ahora era muy inteligente, aún era una bestia mágica y aún poseía la viciosa crueldad de las bestias.

Sintió agudamente la incredulidad y desesperación en el corazón de Linley. Él iba a vengarse.

El cuerpo de Bebe se alargó de repente un 100%, y en un abrir y cerrar de ojos, apareció frente a Kalan y Alice. Las afiladas garras de Bebe brillaron con una luz fría, congelando los corazones de esos dos. ¡Ellos ni siquiera tuvieron la oportunidad de esquivar o hablar!

—¡Regresa! —la voz de Linley se escuchó de repente.

La mancha negra que era Bebe se estremeció, luego aterrizó sobre la nieve, rozando el rostro de Kalan. Bebe giró su cabeza y miró a Linley.

—¡Squeak, squeak! —gritó, mientras que al mismo tiempo comenzaba a argumentar mentalmente con Linley.

Linley, lenta pero firmemente, negó con la cabeza.

Bebe miró a Alice y a Kalan con sus fríos y crueles ojos, luego regresó. Una vez más, misteriosamente, se achicó a su tamaño usual, él se transformó en una cruel sombra una vez más y saltó sobre los hombros de Linley. Solo juzgándolo por su superficial lindura, nadie podría creer cuan terrorífico, podía ser en realidad.

—Huff, huff.

Solo en ese momento Kalan comenzó a jadear por aire. Gotas de sudor yacían en su frente, y, con terror, miró a Bebe, colgado sobre los hombros de Linley.

Alice miró a Linley. Tomando un aliento profundo dijo: —Hermano mayor Linley, sé que ahora, tu corazón, debe estar adolorido. No es conveniente que hablemos de esto en la calle. Vamos a una taberna cercana y tengamos una buena charla ahí. ¿Está bien?

Linley asintió. Él no habló.

En la Calle Árida, dentro de un lujoso hotel. Linley y Alice se sentaron en lados opuestos de una mesa. Mientras que Kalan, inteligentemente se sentó en una esquina de la habitación, sin atreverse a acercarse lo suficiente como para molestarlos. Él con las justas había escapado con su vida del asalto del cercano Bebe. Kalan realmente estaba aterrorizado de Linley.

La mesa estaba hecha de mármol negro pulido. En ella había dos copas de cálido vino de fruta.

Linley y Alice estaban frente a frente silenciosamente.

Después de un largo silencio, Alice soltó un pequeño suspiro.

—Hermano mayor Linley. Te he ofendido terriblemente en este asunto. Todo este tiempo, he rechazado encontrarme contigo debido a que quería que estuvieses mentalmente preparado. Al menos, no quería que dividiésemos caminos como enemigos.

—¿Enemigos?

En su corazón, Linley rio amargamente, pero no habló. Solo escuchó tranquilamente, observando a Alice.

Alice continuó.

—Hermano mayor Linley. Admito que, al principio, realmente, realmente me gustaste. También pensé en casarnos y tener niños. Pero después de estar juntos por un largo periodo de tiempo, me di cuenta de que en muchas cosas, realmente no encajamos bien.

Linley finalmente habló.

—¿De muchas maneras? Alice, no solo me gustan tus virtudes, también acepto tus defectos. Creo que cuando dos personas están juntas, ellos deben tolerar al otro e intentar entenderse. Ningún par de personas será perfecto, sin rastro de discordia.

Alice mordió sus labios. Con sus dos manos, ella tomó su copa de vino de fruta y tomó un sorbo.

—Cuando éramos jóvenes, la primera vez que nos encontramos, tenía quince —Alice habló solo después de un largo periodo de recolectar sus pensamientos—. En mi corazón, fuiste el héroe que me salvó, descendiendo desde los cielos. Una vez pensé que eras mi tierra, mi cielo, todo mi mundo, pero ahora me doy cuenta de que ese no es el caso. Además de esas cosas, la familia también es importante.

Linley estaba conmocionado.

—Hermano mayor Linley, siempre has estado lleno de vitalidad y también eras bueno conmigo. Además trabajas muy duro. Debo admitir que eras perfecto. Pero… eso no es suficiente. Por ejemplo, una vez, cuando mi padre fue a apostar, ¡él perdió muchos cientos de miles de monedas de oro! Pero todo lo que el hermano mayor Kalan tuvo que hacer fue pedirle ayuda a su familia y ese asunto fue fácilmente resuelto.

Alice observó a Linley.

—Hermano mayor Linley, eso es algo que no eres capaz de hacer. A pesar de que mi padre es un adicto a los juegos y un alcohólico, aún es mi padre.

—¿Solo debido a eso? —dijo Linley gentilmente.

—No —Alice continuó—. No solo eso. He descubierto que el hermano mayor Kalan también siempre ha sido muy bueno conmigo. Él creció junto a mí, y soy muy familiar a él. Pero con respecto a ti, siempre he sentido que has estado rodeado de una capaz de niebla. No puedo verte claramente.

—Eres un mago genio en el instituto de magos número uno en el continente, y a la edad de 15, fuiste capaz de tener tu propia sala de exhibición en la Galería Proulx. Por como suena, eres perfecto, pero debido a esa perfección. Siento que no puedo verte con claridad.

La voz de Alice se hizo más baja: —La cosa más importante es que, nosotros siempre estamos en lugares separados. Al principio, no fue tan malo, pero cuando el tiempo pasó, me cansé. Estoy acostumbrada a tener siempre a alguien a mi lado, justo como el hermano mayor Kalan siempre está a mi lado.

Después de decir todas esas cosas, Alice cayó en silencio.

Linley también estaba en silencio.

Después de que un largo tiempo pasase, suficiente para que el vino se calentase, Linley habló.

—Alice, ¿Recuerdas lo que nos dijimos una vez? Te dije que, podía irme ir a vivir contigo directamente. Pero tú me dijiste que no. No querías interrumpir mi entrenamiento.

—Pero ahora, ¿dices que nunca estoy contigo?

Una sonrisa muy adolorida yacía en el rostro de Linley.

Alice quería hablar, pero no había nada que pudiese decir.

Todo lo que ella podía decir eran solo excusas.

Observando a Alice, Linley continuó: —¿Recuerdas esa primera vez que estuvimos juntos en un hotel? Me dijiste que esperabas que si mi amor por ti desaparecía, te lo dijese y no lo escondiese de ti. Y tú me dejarías tranquilamente.

Linley suprimió su agitación, forzándose a sí mismo a quedarse calmado.

—En ese entonces, también dije que, si tú sentías que habías perdido tus sentimientos por mí, también esperaría que me los dijeses directamente y que no me mintieras. Yo, también, me iría tranquilamente.

Los ojos de Alice estaban volviéndose húmedos.

—No es un gran problema que ahora estés con Kalan. Pero hubiera deseado que no me engañaras. Pero que tú estés con Kalan a mis espaldas y no me expliques abiertamente las cosas, dejándome continuar albergando esperanzas en mi corazón, dejándome esperar por ti una y otra vez…¿Sabes como se siente esperar por alguien así?

El cuerpo de Linley comenzó a temblar.

—El 29 de setiembre, ese fue el primer día que eludiste nuestro encuentro. Esperé desde la medianoche hasta cerca del amanecer. Cada minuto, cada segundo, fue difícil de resistir. Cuando regresé a la escuela, estaba pensando, ¿fue debido a que la hice enojar la vez anterior? Así que quería hacerte feliz. Como un idiota, fui a comprar cristales de memoria para grabar las escenas de todos los lugares alrededor del Instituto. Esperé que cuando no estuviésemos juntos, cuando me extrañaras, pudieses verme.

—Llevando esos dos cristales de memoria, en la mitad de octubre, una vez más fui hacia ti, mi corazón estaba lleno de esperanzas. Pero una vez más, no estuviste ahí.

—En mi corazón, comencé a sentirme inquieto. Pero me mantuve firme. Debido a que recordaba esa promesa que nos hicimos. Creí que si ibas a dejarme, primero me dejarías saberlo. Por eso fue que me mantuve firme. El final de octubre, mitad de noviembre, también fui. Pero al final…

Linley se puso de pie, viendo a Alice con una amarga sonrisa en sus labios.

—Vine hoy una vez más. Pero soy afortunado. Esta vez, no continuaste engañándome.

Las lágrimas estaban brotando de los ojos de Alice.

—Hermano mayor Linley…

Linley abrió su mochila y removió esos dos cristales de memoria. Cuando él lo hizo, Linley no pudo evitar pensar en cómo él había ido a todos los lugares en su escuela para grabar las escenas. Recordándolo, él mismo se sintió como un tonto.

—Esos dos cristales de memoria, los llevé desde el Instituto Ernst hasta la Ciudad de Fenlai cuatro veces. Pero ahora… no tienen significado.

Linley estaba sosteniendo un cristal de memoria en cada mano. Esos cristales de memoria de repente colisionaron…

*¡Smash!*

Incontables grietas aparecieron en la superficie de cada esfera de cristal. Las manos de Linley se pusieron suaves, y las dos esferas de cristal cayeron al suelo.

*¡Crash!*

Con un sonido de quebramiento, se partieron en diez piezas, rodando por el piso del hotel. El sonido fue muy claro y alto, y causó que todos los clientes del hotel giraran a verlos.

Alice ya no pudo refrenar sus lágrimas, las cuales comenzaron a bajar por sus mejillas.

—Hermano mayor Linley, en el futuro, ¿aún seremos amigos?

Las lágrimas nublaban su visión, pero aún así levantó su cabeza para mirar a Linley.

De pie, Linley observó a Alice, pero no respondió a su pregunta. Después de un tiempo, una débil sonrisa apareció en su rostro.

—Alice, si no estoy equivocado, comenzamos nuestra relación el 29 de noviembre del año pasado. Hoy también es 29 de noviembre. Ha pasado todo un año. Gracias. Al menos me diste hermosos recuerdos.

De repente giró, y Linley se fue directamente por la puerta frontal del hotel.

Todo el hotel estaba en silencio. Kalan, anteriormente en una esquina, corrió rápidamente hacia Alice. Cuando lo hizo, se encontró y pisó algunas piezas de las esferas destruidas. El sonido de los cristales siendo pisoteados hizo eco en el hotel.

—Alice, ¿estás bien?

Kalan abrazó a Alice consolándola.

Pero en ese momento, Alice había sido reducida a un charco de lágrimas. A pesar de estar en los brazos de Kalan, ella aún giró su cabeza para ver como Linley partía. En ese momento, en su mente, ella comenzó a reproducir cada momento que había pasado con Linley, pero Alice sabía que…

Desde ese momento, Linley nunca la trataría así una vez más. Tal vez él nunca la volvería a mirar otra vez.

...…

El Camino del Pabellón Fragrante estaba cubierto con nieve blanca y algunos copos de nieve aún flotaban en el aire.

Caminando sobre el Camino del Pabellón Fragrante, la sombra de Linley parecía muy desolada. Levantando su cabeza para mirar al cielo, Linley permitió que la nieve cubriese su rostro con una capaz de frialdad. En ese momento, el corazón de Linley estaba temblando. Él no pudo evitar apretar su pecho ferozmente.

Su corazón le dolía profundamente.

¡El dolor penetraba su corazón!

Dentro de la mente de Linley, una escena conmovedora tras otra flotaba a través de su conciencia.

Ese conjunto de ropas violetas. Esa hermosa apariencia parecida a un espíritu bajo la luna.

Escondidos en la esquina del balcón, hablando cálidamente en tonos suaves.

Mientras la nieve flotaba, ella había escondido su rostro tímidamente en su pecho. abrazándolo.

En el hotel, ella se había inclinado coquetamente sobre sus brazos.

...…

Linley creyó una vez más que estaría por siempre con Alice. Pero hoy, su sueño fue roto en pedazos. Y con ello, el corazón duro y resistente de Linley, también se partió en pedazos.

—¡Aaaaaaaaaaaaaaaaah!

De pie en el medio del Camino del Pabellón Fragrante, Linley no pudo refrenarse de soltar un aullido lleno de dolor. Ese aullido era como el aullido de un lobo separado de su manada, un aullido de desolación, de desesperación. Todas las personas cercanas lo observaron en shock, y todos se alejaron lentamente de él.

Todas esas personas lo observaban y pensaban que estaban viendo a un idiota.

Dos ríos de lágrimas fluyeron silenciosamente desde el rostro de Linley.

Idiota. Él realmente era un idiota.

¡Un idiota que creyó en promesas!

*¡Smash!*

Linley repentina y dolorosamente, se arrodillo con una rodilla, apretando su pecho.

Su cabeza dolía. Dolía mucho, era como si hubiese sido apuñalado con agujas.

Dolía tanto, que incluso su mano comenzó a doler. Dolía tanto que sus diez dedos habían perdido toda sensación. Solo pudo apretar fuertemente su pecho con sus manos. Parecía como que esa era la única manera por la que podría aminorar el dolor.

—¡Jaja!

Las lágrimas fluyeron por su rostro, se puso de pie de repente y comenzó a reír salvajemente. Riendo de su propia estupidez. Riendo de su ingenuidad.

En ese momento…

Ese salvaje dolor en su corazón causó que comenzase a toser, tan duro que sintió que su pecho estaba siendo apuñalado por cuchillos. Pero Linley continuó tosiendo, tan duro que se rizó en la calle, pareciendo una oruga.

*¡Cough, cough!*

Con una tos particularmente viciosa, una bocanada de sangre brillante y fresca fue lanzada sobre la nieve.

Mirando la sangre fresca sobre la nieve, de repente sintió que esa sangre era como una rosa, una rosa color sangre. En su mente, él no pudo evitar recordar una imagen de hace un año, una imagen de Alice sosteniendo una rosa roja.

—El reflejo de la luna en el agua, la flor en el espejo, el hombre en un sueño. Al final, todo eso es ilusorio, es reducido a la nada. Jaja…

Linley comenzó a reír salvajemente sobre el Camino del Pabellón Fragrante, como si no hubiese nadie ahí. Pero su risa era muy desolada…

Doehring Cowart, vestido como siempre con su túnica blanco luna, yacía de pie tranquilamente al lado de Linley. Él no habló, solo observaba a Linley con tristeza. En su corazón, suspiraba.

—Oh, Linley… al final, aún eres solo un niño.

Ese año, Linley solo tenía dieciséis años.

—¡Tercer hermano!

De repente, un grito frenético pudo ser escuchado. Yale, Reynolds, y George corrieron desde no muy lejos. Ese lugar no estaba muy lejos del Pabellón del Agua de Jade, así que los tres también habían notado a Linley de pie en el medio del camino. Al ver a Linley escupir una bocanada de sangre, los rostros de todos cambiaron.

—Tercer hermano, ¿estás bien?

—Linley.

George, Yale, y Reynolds levantaron apuradamente a Linley.

Linley observó a sus tres hermanos. Él agitó su cabeza un poco en negación.

—Estoy bien. No se preocupen por mí—Linley miró hacia el cielo—. En el pasado, me gustaba la nieve. Pero ahora, siento que la nieve es muy desolada y muy fría.

—Ustedes pueden quedarse aquí. Voy a volver.

Después de decir esas palabras, Linley se dirigió directamente hacia el final del Camino del Pabellón Fragrante.

Yale, Reynolds, y George se miraron, sus ojos estaban llenos con inquietud y preocupación. Y entonces, todos ellos fueron tras Linley…

Ese día, la nieve continuó cayendo. Gradualmente, esa mancha de sangre en forma de rosa fue cubierta por la nieve, no quedó ningún rastro de ella.