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Chapter 85 - Capítulo 85 - Un Encuentro

El Camino del Pabellón Fragrante estaba lleno de personas, pero Yale, George, y Reynolds clara y distintivamente podían decir que era cierta mujer, no muy lejos de ellos. Ya que Linley y Alice habían estado juntos por un largo tiempo, Yale, George, y Reynolds habían conocido formalmente a Alice. Naturalmente, la reconocieron.

—Es Alice —dijo George en voz baja.

Justo en ese momento, Alice estaba caminando agarrada de la mano con otro joven hombre, con un rastro de sonrisa en su rostro. Si Linley estuviese estado allí, definitivamente hubiese sido capaz de reconocer que ese joven hombre era Kalan.

—Bastardo.

Una mirada asesina yacía en el rostro de Yale.

Reynolds también estaba furioso.

—Estos dos meses pasados, Linley ha estado yendo a su casa mes tras mes, esperando amargamente por ella. Él también ha estado grabando todas sus actividades en un cristal de memoria, como un idiota. E incluso nos dijo que en un futuro, iba a casarse con esta Alice. ¡Esa mierda!

—¿De qué forma nuestro tercer hermano no es digno de ella?

George estaba comenzando a alterarse también.

Yale soltó una sonrisa de desprecio.

—No es conveniente que intervengamos. Vamos al Paraíso del Agua de Jade, y hablemos con el tercer hermano cuando vuelva. La cosa más importante que debemos hacer es ayudar a que el tercer hermano se prepare mentalmente para eso. ¿Si él no se prepara? Temo que no serás capaz de aguantar este golpe.

George y Reynolds asintieron.

...…

Dentro de su habitación privada en el Paraíso del Agua de Jade, Yale, George, y Reynolds estaban sentados, todos con el ceño fruncido. Ellos no pidieron ninguna cortesana para que los acompañasen, y la única cosa que había en sus copas era jugo. Ellos temían emborracharse, ya que no se podrían comportar cuando tratasen con Linley.

—Conozco al tercer hermano muy bien —dijo George con preocupación—. Él normalmente no dice mucho, y también trabaja muy duro. Hay muchas chicas en nuestra escuela que lo persiguen. Pero él nunca aceptó a ninguna de ellas. Pero un tipo como él, una vez que se enamora de alguien, se enamora con más sentimiento que ustedes.

Yale y Reynolds asintieron.

Para Yale y Reynolds, perder una chica solo significaba tener una nueva. No era un gran problema. Pero en ese año pasado, cada día, cuando ellos bromeaban con Linley, ellos podían decir, por las reacciones de Linley, que él realmente había desarrollado sentimientos genuinos hacia Alice.

—Esto me está sacando de quicio.

Yale bebió el jugo en su copa de un solo trago.

Reynolds se mofó: —Jefe Yale, no te molestes. Es solo una chica. Tercer hermano estará muy adolorido esta vez, pero después de que pase, todo estará bien.

Yale también asintió.

Yale, Reynolds, y George eran miembros de grandes clanes, así que ellos fueron influenciados desde su juventud. Para Reynolds y George, no era tan malo, ya que sus clanes tenían reglas estrictas. Pero Yale había sido enterrado en mujeres desde que era niño.

El tiempo pasó, un segundo a la vez, un minuto a la vez. Yale y los otros estaban sentados tranquilamente. Una de la mañana. Con un 'creak' la puerta se abrió. Linley entró, apestando a vino.

—Oigan. ¿Aún están todos aquí?

Yale rio en voz alta.

—Estábamos esperando por ti.

—Tercer hermano, estabas esperando a esa Alice todo este tiempo, ¿no es así? —dijo George de una manera intencionalmente casual.

Linley asintió silenciosamente, y luego se sentó.

—¿Ustedes no han bebido alcohol esta noche?

Doblándose sacó un jarrón de licor fuerte desde un baúl, y de inmediato se sirvió una copa.

—Tercer hermano, necesitamos hablarte de algo —dijo Yale con una sonrisa.

—Habla.

Linley estaba de mal humor.

—Yale dijo suavemente: —Hace rato, cuando estábamos en las calles, vimos a una chica. Ella se parecía a tu Alice. Honestamente. Estábamos un poco lejos, así que no podemos decirlo con claridad. Pero esa chica estaba agarrada de manos con otro tipo.

—Mentiras —dijo Linley en un tono frío que no aguantaba argumentos.

Yale no pudo evitar estar estupefacto.

Reynolds palmeó a Linley en los hombros con una sonrisa.

—Tercer hermano. Somos hombres. Como hombres, ¿cómo podemos dejar que las mujeres dominen nuestras cabezas? Alice no se ha mostrado en muchas ocasiones. Si fuera yo, la hubiese dejado hace mucho tiempo. Incluso si ella se arrodillase ante mí, no le pondría atención.

—Cuarto hermano, solo eres un pequeño bribón. ¿Qué sabes? —dijo Linley con una risa, y entonces bebió una gran copa de licor—. Vengan, suficiente de charla. Estoy de mal humor. Beban conmigo.

Reynolds, Yale, y George intercambiaron miradas. Ellos no podían hacer nada además de sentarse a beber con Linley. Temprano en la mañana, Linley, Yale, George, y Reynolds estaban durmiendo a lo largo de la mesa. Linley fue el primero en despertarse.

Viendo a sus tres queridos amigos, una amarga sonrisa yacía en el rostro de Linley. En su corazón, él murmuró para sí mismo: —Jefe Yale, segundo hermano, cuarto hermano… Ustedes me acompañaron a beber y dijeron muchas palabras para darme valor. Entiendo lo que están pensando. Que Alice eluda nuestra cita tres veces, tengo un mal presentimiento, pero… no lo creo. No estoy dispuesto.

Linley caminó hacia la ventana, mirando hacia abajo.

Eran las cinco o seis de la mañana. La Ciudad de Fenlai también parecía acabar de despertar. Solo un pequeño número de personas estaban caminando, preparándose para trabajar. La gran mayoría de las personas aún estaban durmiendo.

—Linley.

Doehring Cowart voló desde dentro del Anillo Dragón Enroscado.

Doehring Cowart siempre estaba vestido con esa túnica blanca larga. Y su barba blanca siempre era larga.

—Abuelo Doehring.

Al ver aparecer a Doehring Cowart, Linley de repente sintió como que él mismo era un bote solitario que finalmente había llegado a la bahía.

Mirando a los durmientes compañeros de habitación, Doehring Cowart rio.

—Linley, realmente tienes tres buenos amigos. ¿Cuan lejos como los asuntos del corazón entre hombres y mujeres se trata? Solo puedo decir esto. En los 1300 años que viví, por lo que vi, tal vez solo una de cada diez veces veía a una persona ser exitosa en su primer amor.

—Abuelo Doehring, entiendo —Linley apenas asintió—. Pero… Confío en ella.

Doehring Cowart asintió también. Ya no habló más.

...…

En la mitad de noviembre, Linley se puso su mochila, asegurándose de que los dos cristales de memorias estuviesen dentro, y luego se dirigió hacia la Ciudad de Fenlai otra vez, una vez más arribó a la casa de dos pisos.

—Tío Hudd, ¿Alice aún no ha vuelto? —dijo Linley con cortesía al guardia llamado Hudd.

Hudd hizo un gesto de negación con la cabeza.

—No, Han pasado meses desde que la Señorita Alice volvió. Ella no ha regresado ni una sola vez.

—¿Ni una sola vez? —Linley frunció el ceño, y unas arrugas aparecieron en su frente—. Entonces tío Hudd, me retiro.

Linley se despidió cortésmente.

Caminando por la Calle Árida, Linley caminó hacia el bar, pero no entró. Bebe mentalmente le dijo: —Jefe, no estés tan preocupado. Que Alice no aparezca, quizás solo tiene cosas importantes qué hacer. Por ejemplo, quizás fue a entrenar. Esa siempre es una posibilidad. No estés como tonto teniendo pensamientos vagos.

—Cierto. Quizás ella está ocupada tratando con algo y no puede estar libre.

Los ojos de Linley de repente se volvieron animados una vez más.

Viendo eso, Bebe no pudo evitar frotar su pequeña nariz.

—Jefe, estás tan enamorado que te has vuelto torpe. Con solo unas cuantas palabras de aliento ya estás increíblemente emocionado.

—Pequeño bribón. No hay alcohol para ti, como castigo.

Linley no sabía si reír o llorar.

Pero Linley también tenía que admitir que después de bromear con Bebe, su humor mejoró un poco.

...…

29 de noviembre. Ese era un día de ventisca, y la nieve cubría todo de blanco. Linley, Reynolds, Yale, y George estaban sentados dentro de un carruaje. El conductor era alguien perteneciente al clan mercante de Yale, y detrás de ellos había muchos caballeros escoltando las esculturas de Linley.

—Tercer hermano. En los próximos días, los exámenes de fin de año llegarán. Me pregunto si ese sujeto que una vez se proclamó como el genio número uno de nuestro instituto aún no se ha convertido en un mago de sexto rango.

Yale rio.

George y Reynolds estaban extremadamente orgullosos. Debido a que la semana pasada, Linley había llegado al reino del sexto rango.

En verdad, Linley había alcanzado el cuarto rango cuando tenía 13, el quinto cuando tuvo 14, y en ese momento, él casi tenía 17. Después de dos años y medio, Linley finalmente hizo la transición desde un mago de quinto rango hasta uno de sexto rango.

¡Dos años y medio!

¿Qué había de Dixie, quién anteriormente era considerado como el genio definitivo del Instituto?

Dixie se convirtió en un mago de quinto rango cuando tenía doce, pero ahora, él tenía alrededor de diecisiete. En cinco años no había logrado nada. Honestamente hablando, el progreso de Dixie también era extremadamente rápido. Sin embargo, en comparación con Linley, que era asistido por la técnica de tallado en roca de la Escuela del Cincel Plano, era mucho más lento.

Si en los exámenes de final de año, Linley había llegado al sexto rango mientras que Dixie no, entonces Linley sería conocido como el indisputable genio número uno del Instituto Ernst.

—Tercer hermano, intenta sonreír. Convertirte en un mago de sexto rango es algo por lo que debes estar feliz —dijo Reynolds alentándolo.

Linley arqueó sus labios.

—¿Llamas a eso una sonrisa?

Reynolds intencionalmente trató de bromear con Linley.

Linley finalmente soltó una sonrisa.

—Muy bien, cuarto hermano. Déjame tranquilo por un tiempo.

Linley ya había decidido que esta vez, no importaba qué, él se encontraría con Alice. Si él no la podía ver en la Ciudad de Fenlai, iría directamente al Instituto Wellen para buscarla.

No importaba qué, él tenía que tener un 'cara a cara' con Alice y fijar las cosas.

Abriendo la ventana del carruaje, Linley dejó que una ráfaga de aire entrase. No pudo evitar dar un vistazo. Afuera, todo estaba blanco, y el cielo en sí mismo estaba lleno con copos de nieve. Mientras disfrutaba de la escena invernal, el tiempo pasó muy rápido, y entonces llegaron a la Ciudad de Fenlai.

Después de llevar las tres esculturas a la Galería Proulx, los cuatro tuvieron una comida, y luego partieron caminos temporalmente.

En ese punto, el ingreso de Linley era muy alto. Casi cada mes era capaz de recolectar alrededor de 20,000 piezas de oro. Así que a Linley realmente ya no le importaba mucho el dinero. Llevando su mochila con los dos cristales de memoria, Linley se dirigió directamente hacia la casa de Alice.

—Jefe, si recuerdo correctamente, esta es la cuarta vez que has llegado a la Ciudad de Fenlai con esos cristales de memoria, ¿cierto? —dijo Bebe con decepción—. ¿Qué hay de dárselos a Delia en su lugar? Delia me gusta más.

Desde octubre hasta ahora, esa era, de hecho, la cuarta vez que Linley llevaba esos cristales de memoria hacia la Ciudad de Fenlai.

—Basta, Bebe —dijo Linley frunciendo el ceño.

Caminando sobre la calle cubierta de nieve, ruidos de crujidos pudieron ser escuchados con cada paso que Linley daba. En poco tiempo, él llegó a esa familiar casa de dos pisos.

Después de ver y hablar brevemente con Hudd, Linley solo pudo girar y partir.

—No ha vuelto, una vez más —Linley estaba frunciendo el ceño severamente—. ¡Instituto Wellen!

Linley de inmediato decidió ir hacia el Instituto Wellen.

Ciudad de Fenlai. El Camino del Pabellón Fragrante.

Alice estaba caminando por las calles, agarrada de manos con Kalan.

Kalan gentilmente dijo: —Alice, ¿no planeas aclarar las cosas con Linley?

—Quizás después.

Alice negó con la cabeza.

Kalan asintió y ya no habló.

Sus ojos estaban sobre Alice, con quien estaba agarrado de manos, Kalan no pudo evitar sonreír. Él había crecido con Alice y quería ser su novio desde la infancia. En su corazón, siempre le había gustado, pero él no esperó que Alice estuviese junto a Linley tan rápido.

Cuando descubrió que Alice y Linley habían comenzado a salir, Kalan explotó con ira.

Incluso desde que era un niño, Kalan siempre había tomado a Alice como suya. Incluso si Linley lo había ayudado anteriormente, cuando se trataba de amor, Kalan no iba a quedarse atrás. Así que…él usó unos cuantos trucos para obtener lo que quería.

—¿Amor a primera vista? ¿El héroe rescatando a la damisela en peligro? —Kalan estaba lleno de desprecio—. Cuando se enfrenta a la realidad, todo eso es tan endeble como una pieza de papel blanco.

Sosteniendo la mano de Alice, Kalan estaba totalmente contento.

—Alice, ¿Cuándo crees que aclararás las cosas con Linley? —preguntó una vez más. Kalan realmente no quería que Alice y Linley se enredasen mucho más.

Alice negó con la cabeza.

—Tampoco lo sé. Pero creo que si no me encuentro con el hermano mayor Linley por un largo periodo de tiempo, los sentimientos se desvanecerán. Entonces, si le digo adiós, él no tendrá una reacción tan fuerte.

—Estás en lo cierto. Después de todo, Linley nos salvó a todos una vez.

Kalan asintió.

Mientras caminaban, llegaron a una intersección entre la Calle Árida y el Camino del Pabellón Fragrante. Kalan notó que Alice se detuvo de repente. Él no pudo evitar mirar con curiosidad a Alice, pero Alice, aturdida, estaba mirando a un lugar en la Calle Árida. Su rostro estaba pálido como la ceniza. Kalan también giró su cabeza…

Un hombre joven, vestido con una túnica color blanco luna, estaba de pie ahí, sin moverse en lo más mínimo. Él estaba mirándolos, aturdido, con su rostro desprovisto de color.

—¡Linley!

Kalan frunció el ceño de inmediato.