La Galería Proulx.
La galería de arte número uno para las esculturas, cada una de las ciudades más grandes en el continente Yulan tenía una sucursal de la Galería Proulx. La Galería Proulx tenía un espacio extremadamente grande, y una gran mayoría de los que entraban eran personas cultas y de clase.
Dentro de la Galería Proulx, si tuvieses muchos anillos mágicos ostentosos en tus manos, el resultado probablemente sería que fueses el hazmerreír por no tener clase.
¡Arte, sofisticación!
Ese lugar valoraba mucho esas cosas.
La cuota de entrada para la Galería Proulx era de una moneda de oro por persona.
Un sonido de 'ding-dong', tan claro como el sonido de una montaña en primavera, resonaba dentro de la Galería Proulx. El sonido hacía que los oyentes sintiesen paz. Incontables personas atravesaban las puertas en la entrada, con muchos hombres y mujeres nobles, además de muchas hermosas jovencitas, todos vestidos muy galantemente.
Y los pueblerinos en frente de la Galería Proulx, casi inconscientemente se comportaban igual.
Cuando Linley y sus hermanos, junto con Cass y los tres guardias, llegaron a la Galería Proulx, cualquiera que tuviese un juicio de nivel decente reconocería a las ropas del Instituto Ernst que ellos vestían. Al ver al Halcón del Trueno de Ojos Azules en los hombros de Cass naturalmente se volverían muy atentos y corteses.
—Tío Cass, entra con nosotros. Los otros tres pueden esperar por nosotros afuera —instruyó Yale.
Linley, sus tres hermanos y Cass entraron en la galería. En el salón principal de la Galería Proulx, había una gran escultura con forma de hombre. Esa escultura era precisamente una del Gran Maestro escultor número uno, Proulx.
Toda la Galería Proulx estaba extremadamente silenciosa.
Prácticamente todos, a pesar de su estatus, hablaban en tono de murmullo, ya que así evitaban molestar a los demás.
Yale, Reynolds, George y Linley vieron una escultura de piedra tras otra, y en sus corazones sentían que esas esculturas eran verdadera e incomparablemente hermosas.
—Las exhibiciones de la Galería Proulx están divididas en tres salones; el salón principal, el salón de expertos, y el salón de maestros. Este salón está lleno con esculturas que algunos escultores ordenaron que fuesen puestas aquí, para que fuesen evaluadas y compradas por otros. Cada trabajo es exhibido por un mes, y después de un mes, la oferta más alta gana la escultura. Esas esculturas ordinarias mayormente solo son dignas de unas cuantas monedas de oro, con algunas particularmente buenas dignas de unas cuantas docenas de monedas.
Yale rio mientras explicaba.
—Pero el salón de expertos es diferente. La exhibición de expertos está dividida en muchas habitaciones individuales, con cada escultura en una habitación distinta. Generalmente hablando, un 'experto' es alguien cuya escultura ha recibido la aclamación general, y muchas esculturas de expertos son dignas de las mil monedas de oro o algo así.
—Mientras qué el salón de maestros es incluso más asombroso. Es el santuario más interno de la galería, hay un número muy pequeño de esculturas hechas por maestros. El precio de esas esculturas es espantosamente alto. Cualquiera de ellas es fácilmente digna de decenas de miles de monedas de oro, y algunas de las obras maestras las cuales dieron la fama a sus maestros escultores son fácilmente dignas de cientos de miles de piezas de oro —explicó Yale a sus tres hermanos en detalle.
La respiración de Linley se detuvo.
Cualquier obra maestra hecha por un maestro escultor era digna de decenas de miles de monedas de oro. Para un maestro escultor, el dinero no significaba nada en lo absoluto.
—Pero es muy difícil para un maestro escultor producir una obra maestra, ya que naturalmente no quieren cometer ningún error —Yale suspiró mientras hablaba—. Una obra maestra que es digna de ser venerada a través de las eras requiere talento, habilidad y algunas veces una repentina chispa de genialidad.
—Los trabajos en este salón principal son solo un poco placenteras para el ojo, es todo. Vamos adentro.
Yale los llevó más profundo.
Caminando dentro de la tranquila Galería Proulx mientras escuchaban esa pacífica música, Linley sentía como si estuviese nadando en un mar de cultura. Y justo en ese momento. Doehring Cowart voló desde dentro del Anillo Dragón Enroscado y comenzó a evaluar el arte cercano.
—Terrible, terrible. ¿Cómo pueden las demás personas tener la cara para mostrar estos trabajos de esa calidad a los otros? —dijo Doehring Cowart en descontento.
—Abuelo Doehring —Linley giró a ver a Doehring Cowart—. Este solo es el salón principal de la Galería Proulx. Hay un salón de expertos al frente y también hay un salón de maestros.
—¿Galería Proulx?
Doehring Cowart estaba perplejo, y entonces dejó de hablar.
—¿Abuelo Doehring, abuelo Doehring? —Linley lo llamó mentalmente unas cuantas veces. Pero parecía que Doehring Cowart aún estaba perdido en sus pensamientos, Linley ya no intentó llamarlo. Él siguió a Yale, Reynolds y George hacia el salón de expertos. Ese salón realmente era diferente, en el centro del salón principal, cada uno de los artistas tenían su información y la localización de sus esculturas registradas.
Yale, Linley, y los otros comenzaron a entrar a las habitaciones de las esculturas individuales.
A pesar de que no sabía mucho sobre esculturas, Linley aún podía sentir claramente que las esculturas de los expertos eran claramente diferentes de aquellas en el salón principal. Parecían llevar algún tipo de inefable gracia y cultura dentro.
Justo cuando Linley estaba por caer en un ensueño mientras disfrutaba las esculturas, la voz de Doehring Cowart resonó en su mente una vez más.
—Nada mal. Estas al menos pueden ser consideradas un éxito. —dijo Doehring Cowart, halagándolo—. Pero comparado a los trabajos de Proulx aún hay mucho camino por recorrer.
Linley se quedó mudo.
—Abuelo Doehring, ¿cómo pueden esas personas posiblemente comparase al Gran Maestro Proulx?
Linley negó con la cabeza y rio con impotencia. Proulx era el escultor número uno en toda la historia del continente Yulan.
Doehring Cowart frunció el ceño. Acariciando su barba con descontento dijo: —¿Qué es eso? ¿Crees que Proulx fue un Gran Maestro desde su nacimiento? Él también comenzó como un escultor ordinario e hizo su propio camino, y al final se convirtió en un verdadero Gran Maestro.
Linley estaba paralizado.
Había algo de lógica en las palabras del Abuelo Doehring.
Después de terminar de inspeccionar el salón de expertos, Linley y los otros se dirigieron hacia el salón de más adentro, al salón de maestros.
—Todos, recuerden, mientras estemos en el salón de maestros no toquen nada. Si rompen algo será desastroso —les recordó Yale.
Al entrar al salón de maestros. Silencio.
El salón de maestros era extremadamente grande, pero solo había unas cuantas esculturas dentro. Después de todo, solo habían existido unos pocos maestros, y cada maestro solo tenía cuatro o cinco trabajos de arte en muestra. En todo el salón, había solo veinte o treinta trabajos en exhibición.
Pero a pesar de que había solo unas cuantas esculturas, cuando Linley y los otros vieron esas esculturas, sintieron un espíritu emanando de ellas, como si esas esculturas tuviesen vida.
—Oh, nada mal, nada mal. No esperé qué en cinco mil años el arte de la escultura en piedra llegaría a tales alturas —dijo Doehring Cowart con asombro—. Si pueden mejorar un poco más serán capaces de aproximarse al nivel de Proulx.
Silenciosamente hipnotizados dentro de la galería de arte, Linley y los otros sintieron que sus espíritus ascendían a otro plano.
...…
Noche. La puerta principal del Instituto Ernst. Linley y los otros tres desmontaron del carruaje.
—Segundo hermano, tercer hermano, ustedes dos, ugh. Planeé que nosotros tuviésemos un buen momento esta noche en la Ciudad de Fenlai, pero ustedes… ugh, comencé a divertirme en esos lugares cuando tenía seis años.
Yale aún estaba quejándose descontentamente sin parar.
—Cierto, cierto —dijo Reynolds desde un lado.
George y Linley se miraron el uno al otro, y no pudieron evitar reír con amargura.
—¡Rápido, abran las puertas! —un furioso y urgente gritó se escuchó.
Linley y los otros no pudieron evitar girar para dar una mirada. Ellos vieron a un joven de cabello rizado llevando a otro joven ensangrentado, junto a una bella chica a su lado. El rostro del joven ensangrentado estaba pálido. Su brazo izquierdo estaba roto y sus huesos se asomaban, el pecho estaba cubierto con marcas de garra.
—Parece que algunos de los que han ido a entrenar a la Cordillera de las Bestias Mágicas fueron heridos. ¿Qué grupo es ese? No hemos estado en el Instituto Ernst ni por un año, pero hemos visto a muchos estudiantes de alto nivel que han sido heridos afuera —dijo Yale casualmente.
La Cordillera de las Bestias Mágicas estaba al Este de la Unión Santa.
Como materia de referencia, estaba muy cerca del Instituto Ernst, tal vez solo a cien kilómetros de distancia. Generalmente hablando, aquellos en buena forma serían capaces de viajar desde la cordillera hacia el Instituto Ernst en medio día.
—Aquí en el Instituto Ernst, he visto muchas bestias mágicas. Wow, hombre, hay bestias voladoras, bestias de carrera, y todo tipo de bestias. Pero muchas de las personas que tienen bestias mágicas como compañeros en el Instituto Ernst son instructores, o unos cuantos estudiantes de nivel alto —George suspiró con admiración.
Justo cuando los cuatro hermanos llegaron a la puerta principal, de repente…
—Linley.
Una voz familiar fue escuchada. Girando su cabeza para mirar una sorpresiva alegría apareció en el rostro de Linley
—Tío Hillman.