Lin Huang ya había pensado en cómo distribuiría las seis armas divinas.
Uno sería moldeado en una espada de guerra, uno en una armadura de batalla y otro en un conjunto de armas telequinéticas.
Las tres armas restantes las dejaría a Lin Xin.
En cuanto a hasta qué punto Lin Xin podía nutrir las Armas de Dios, no albergaba grandes expectativas. De todos modos, estos eran los tres extras que tenía. Incluso si solo fueron cultivados al nivel de reliquias del gobierno de dios, él no se angustiaría. Siempre que sus propias tres armas se hayan convertido en armas Dao, se habría beneficiado considerablemente de su trato con Solid Ebony.
En la habitación, Lin Huang sacó tres esferas de metal de Arma Divina y las colocó frente a él.
