En el país de los sueños, Busby atacó al Tapir Pesadilla una y otra vez.
Las dos siluetas chocaban repetitivamente, creando chispas doradas en el cielo continuamente. Las chispas casi ahogaron al sol en el cielo.
Aunque cada una de sus colisiones sólo tuvo lugar durante una fracción de segundo, Busby dio todo lo que tenía y liberó su poder divino en las cortas ráfagas de ataque. Además, atacaría al menos cien veces en ese corto período de tiempo con cada carga.
Las chispas causadas por las colisiones del dúo eran cien veces más brillantes que el sol. Uno no podía mirarlos directamente. En realidad, era porque las chispas combinadas con los cientos de colisiones explotarían durante cada golpe.
