La niebla blanca se extendió lentamente. Todo por lo que pasaba se congelaba en una helada blanca, incluyendo el aire.
El grito devastador y aterrador que venía del cultivador de espadas de mediana edad ahogado en la niebla blanca sólo duró el lapso de tres respiraciones. Se detuvo por completo y el aire se volvió completamente silencioso.
Los cuatro semidioses que estaban rezagados tuvieron sus guardias en alto cuando la niebla blanca ahogó al cultivador de espadas de mediana edad. Sus corazones se hundieron cuando oyeron su grito de dolor que llegó después.
Los cuatro dejaron de avanzar e intentaron dar un paso atrás.
Sin embargo, era demasiado tarde para el cultivador de sable de cola de caballo. Cargó incluso más rápido que antes, tratando de atacar antes de que el cultivador de espadas de mediana edad, ya que había estado un paso atrás antes.
