En la Tierra del Dios Caído, antes del amanecer, la cruz dorada en la frente de un hombre con túnicas blancas brilló de la nada como si estuviese ardiendo en llamas. El brillo se apagó rápidamente un momento después.
Con sus vestiduras blancas, Min Ze abrió los ojos de repente.
—¿¡Yuan Feng y Luo Liang están muertos!? ¿¡Y también los tres niveles imperiales rango oro carmesí!?
Todo lo que sucedió antes de que los cinco fuesen asesinados llegó claramente a su mente.
—Una formación de batalla compuesta de hasta 1.000 monstruos diferentes y su habilidad está cerca de la formación de batalla de un nivel imperial rango oro blanco... —frunció el ceño mientras se sentía perplejo—. Debe haber alguien controlando a esos monstruos. ¿¡Quién es exactamente ese que puede controlar hasta 1.000 monstruos al mismo tiempo!?
En realidad, Min Ze no solo vio eso. Los otros mensajeros Santos vieron lo misma y también se horrorizaron.