Después de abordar el barco, encontró su cabina asignada que estaba impresa en su boleto, habitación 308. No había nadie en la habitación. La velocidad del Barco del Emperador no se consideraba rápida, por lo que su velocidad normal de vuelo era de sólo 2.000 kilómetros por hora. La distancia entre el Puerto Victoria y la Isla del Lejano Oriente era de 15.000 kilómetros con dos paradas en medio. Tardaría casi ocho horas en llegar. Si convocase a Trueno y volase a toda velocidad, le tomaría la mitad del tiempo que el barco necesitaba.