Las arañas de arena eran una especie de bichos que vivían en el desierto.
Las arañas de arena maduras tenían seis pares de patas, las cuales eran gruesas y largas. Cuatro pares de ellas tenían más de tres metros de largo, para ayudarles a moverse, mientras que dos pares de patas delanteras eran tan afilados como cuchillas. Estaban destinadas a la caza.
Tenían una caparazón de espigas huecas en su parte trasera y había una abertura en la sección media para poner huevos.
Durante su época de desove, atraerían a sus presas a una cueva antes de inyectar todos sus huevos en el cuerpo de dicha presa. Luego, envolverían a la presa en una telaraña.
Después de que los huevos eclosionan dentro del cuerpo de la presa, las arañas bebé consumirían los órganos de la presa viva y romperían el abdomen de la presa para unirse a su familia.