Enfrentarse a monstruos mágicos sería tremendamente difícil si los jugadores no tuviesen habilidades pasivas o automáticas para reducir daño. Zhang Yang se sentía agradecido porque, al llegar a Nivel 30, podría aprender una habilidad específica:
Zhang Yang dejó de pensar y gritó: —¡Nievecilla, revíveme!
De repente, Nievecilla tuvo una epifanía.
—¡Vaya! No sabía que los puntos de experiencia serían tan generosos con tan poca gente que ha sobrevivido. Tal vez, la próxima vez que el jefe esté a punto de ser derrotado, dejaré que todos mueran de nuevo.
—Oye, oye, oye…¿No es un poco extremo?
—¿Qué crees? —Nievecilla guiñó un ojo hacia Zhang Yang, divertida, mientras recitaba el hechizo de resurrección.