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Cuando Huo Mian volteó, pensó que había visto una figura negra en la puerta. Lo había notado por una pequeña ventana que había en ella. Huo Mian se dirigió rápidamente hasta allí y abrió la puerta.
Luego de que corriera hacia afuera, le pareció ver la silueta de un hombre. Huo Mian juntó coraje y corrió hacia él, pero no encontró ningún rastro de una persona.
—Qué extraño, ¿a dónde fue esa persona?
—Señorita Huo, ¿qué sucede?
La joven enfermera que estaba a cargo de Huo Muian corrió de inmediato a verla luego de oír ruidos.
—Nada, creí haber visto a alguien.
—¿A alguien? ¿Un hombre o una mujer? —la joven enfermera estaba asustada.
—Un hombre, alto y grande, vestido de negro.
—¿Y su apariencia? ¿Pudiste verlo claramente?
—No, solo vi una silueta sospechosa en mi puerta.
