Su Yu, con una sonrisa en el rostro, preguntó: —¿Para cuál periódico trabaja usted?
—¿Presidente Su...?
La reportera claramente estaba aterrorizada.
—Vaya y dígale a su jefe que, si se atreve a hacer una de esas preguntas descerebradas e inútiles como esta, que no me culpe por hacerlo quebrar.
—Sí, sí, sí, mi error. Lo siento presidente Su.
La reportera estaba tan asustada que se retractó.
—¿Podrían hacer preguntas solo sobre la nueva producción por favor? Gracias por su cooperación.
Lisa inmediatamente intentó proteger a su jefe.
Huo Mian dejó escapar un suspiro de alivio. Por suerte, Su Yu no dijo nada. Ella temía que alguien revelara su identidad, y que incontables medios la acosaran todos los días. Si eso ocurriese, ella perdería su libertad por completo.
