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—¿Pruebas? —se preguntó Song Xin, sorbiendo su café tranquilamente en casa—. Me gustaría ver qué pruebas puede aportar Hai Rui.
Había asumido que su plan era perfecto. Al menos, para aquellos que no pertenecían a la industria, no esperaba que vieran ningún defecto. Desafortunadamente, las personas contra las que se enfrentaba eran Mo Ting y Tangning.
El autor de "El Rastreador" se sintió un poco culpable, así que llamó a Song Xin para pedir ayuda. Sin embargo, Song Xin le dijo al hombre con calma:
—No te preocupes, Hai Rui no podrá presentar ninguna prueba. Mientras te mantengas firme, Hai Rui no puede hacernos nada.
—Pero... este asunto involucra a mis brazos...
—No hay peros.