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Un momento después, An Zihao llamó a Tangning. Quería pedirle ayuda a Mo Ting para ayudar a Chen Xingyan a vengarse...
Cuando finalmente regresó a la habitación, Chen Xingyan acababa de terminar de cambiarse. Al ver la ira en la cara de An Zihao, Chen Xingyan pensó que había ido a vengarse, así que rápidamente negó con la cabeza:
—No necesitabas hacer eso.
—Fui a defenderte. ¿Por qué te quejas?
—Nadie me ha defendido en el pasado —se rio Chen Xingyan— y mi vida sigue siendo buena, ¿no es así?
Como siempre se había protegido ella sola, Chen Xingyan se había convertido en una persona que actuaba independientemente y era bastante egocéntrica.
—Eso fue en el pasado...
Chen Xingyan se lanzó de nuevo hacia An Zihao y le abrazó. Su suave cuerpo presionó firmemente contra su húmedo y empapado cuerpo.
