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Cuando Huo Jingjing descubrió la verdad, sintió que todo había cambiado. En el momento del ataque del perro, simplemente quería proteger a Fang Yue, por lo que rebosaba de valor y no tenía tiempo para sentir pánico ni miedo.
Sobre todo, nunca consideró que habría un plan maquiavélico detrás de todo el incidente. Aunque lo hubiera descubierto, no habría sido como Tangning; que vigilaba sigilosamente a su enemigo durante mucho tiempo solo para vengarse.
A veces, admiraba la paciencia de Tangning y sus intenciones. En palabras de Tangning, la industria era un lugar donde se pisoteaban unos a otros. Si uno no ponía reglas y límites claros, era lógico que alguien se le subiera a los hombros para elevarse, hasta que un día, su cadáver fuera encontrado tirado afuera sin que nadie supiera lo que había pasado.
