—¿Qué pasó? —preguntó Tangning con curiosidad—. Hemos hablado por teléfono anoche...
—Mantén la calma… —susurró Mo Ting. Se aferró a Tangning mientras le entregaba su teléfono. La noticia ya había sido divulgada: la supermodelo Huo Jingjing fue atacada por un perro mientras protegía a su hija. Tenía mordeduras en toda la pierna y corría el riesgo de ser amputada.
El incidente fue demasiado repentino. Fue un poco difícil para Tangning aceptarlo:
—¿No podría ser alguien con un nombre similar?
—Huo Jingjing está actualmente en el hospital. Te llevaré allí en un momento —sugirió Mo Ting. Sabía que ella querría confirmar personalmente el estado de Huo Jingjing.
—Espera un poco, Ting... todavía estoy conmocionada.
Tangning se sentó en el borde de su cama y volvió a mirar el teléfono en detalle.
—Ha sido un accidente. Ya han encontrado al dueño del perro. Sucedió porque el dueño tiene un ejemplar de una raza agresiva, pero olvidó encadenarlo.
