Después de la conferencia de prensa, Mo Ting llevó a Tangning y Xia Yuling al Hyatt Regency.
—Ayuda a mamá a refrescarse mientras preparo algo de comida para ustedes dos.
Mo Ting acarició suavemente la cabeza de Tangning y advirtió:
—Hoy te dejaré llorar..., pero solo hoy.
Tangning asintió con la cabeza y tiró de Xia Yuling hacia su guardarropa.
—Mamá, puedes usar mi ropa por ahora.
Xia Yuling detalló la casa de la pareja. Era una villa enorme, pero no se sentía fría ni vacía. A pesar de que solo dos personas vivían en ella, daba la sensación de estar cuidadosamente pensada. Mientras miraba una foto de la pareja, Xia Yuling se calmó y los elogió:
—Xiao Ning, tú y Mo Ting congenian muy bien.
—Por cierto, ¿por quéél es el que está cocinando?
—Hace la cena cuando no está demasiado ocupado. Además, no le gusta verme entrar a la cocina porque quiere protegerme las piernas.