Fang Yu volteó la cabeza y miró a Huo Jingjing antes de responder en un tono serio, sin rastro de su picardía usual:
—Nadie querría a alguien que continuamente duda de sí misma.
Fang Yu siempre tenía respuestas fuertes, y esta no era diferente. Utilizó una manera indirecta para indicar que el estado actual de Huo Jingjing no era bueno. Al mismo tiempo, evitó responder a la pregunta difícil de Huo Jingjing evadiendo la misma. No venía al caso si él querría alguien como ella. En cambio, en su estado actual, no habría ningún hombre que quisiera a alguien que dudara de sí misma de esa manera.
Huo Jingjing casi olvidó que Fang Yu era el Director de Arte y de Relaciones Públicas de Hai Rui. Sus respuestas siempre habían sido incuestionables, haciendo imposible que alguien objetase contra ellas.
Entonces, dejó escapar una risa antes de quedarse callada por el resto del viaje.