En un instante, todos empezaron a mirar a Tangning de manera diferente: con envidia, celos, rivalidad... Todos la rodearon y la juzgaban. Sin embargo, nadie se atrevió a ir hasta ella y provocarla directamente.
La razón era simple, el cuerpo de Tangning ya estaba estampado con el logotipo de Mo Ting. Si uno ya no quería sobrevivir en la industria, era bienvenido a desafiar la autoridad de Mo Ting.
Tangning frunció el ceño. Huo Jingjing notó este leve movimiento:
—Esto es algo por lo que estabas obligada a pasar. Necesitas soportarla.
—Necesito algo de tiempo para acostumbrarme —respondió Tangning. —Además, todavía tengo mucha incertidumbre respecto al futuro.
—¡Estoy segura de que ustedes dos podrán avanzar juntos!