Mientras tanto, en la oficina del Presidente de Hai Rui Entertainment, Mo Ting se relajaba en su sofá mientras encendía la televisión. Ya eran las seis de la tarde y las celebridades avanzaban lentamente hacia la ceremonia.
Mo Ting observó cómo las modelos intentaban eclipsarse unas a otras, pero su atención no se detuvo en ninguna de ellas, hasta que apareció Tangning en la punta de la alfombra roja.
Llevaba puesto un largo vestido rojo y su brazo estaba elegantemente enlazado alrededor del brazo de un hombre de unos cuarenta años de edad. Este hombre era aquel infame sinvergüenza de la industria del entretenimiento.
Mo Ting detuvo la imagen temporalmente. Sus ojos estrechos proyectaban un aire sereno y bien experimentado, que era agudo y provocaba miedo. Llamó a Lu Che y le dijo:
—Ayúdame a encontrar información sobre este hombre.
—Presidente, ¿debemos avisar a la señora?