Sin embargo, ¿quién habría esperado que la mujer que lo había acompañado durante los últimos 19 años resultaría ser un fraude, mientras que su esposa verdadera prácticamente se arrastró desde su tumba y pasó por la peor de las torturas luego de que se le arrebatara todo lo que le pertenecía?
Pensando en esto, el corazón del Padre Mo se partió en 1.000 pedazos: sabía que había perdido su derecho de volver a enfrentar a Bai Lihua.
Hua Wenfeng estaba completamente rodeada de periodistas y no podía soltarse. No obstante, Tangning y su grupo abandonaron fácilmente el Hotel Hilton bajo la protección de Chen Xingyan y los demás guardaespaldas.
En ese momento, Tangning aún no se había preguntado por qué Hua Wenfeng había atacado de repente después de un descanso tan largo. Para cuando se dio cuenta del motivo, la situación en Beijing ya era muy diferente.
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