—Ning, ¿de verdad vas a faltar a la reunión de la tarde?
Después del almuerzo, Tangning y Song Yanshu salieron juntas del hotel mientras Song Yanshu seguía a Tangning y la interrogaba.
—Si revelamos todo ahora, entonces no veremos la expresión divertida de Tang Xuan más tarde —repuso Tangning, ajustándose el abrigo.
—Nunca supe que eras tan buena negociando —admiró Song Yanshu, quien había quedado impresionada por Tangning.
—No tienes que decir nada más. Envíame a casa y luego ve a cuidar a Luo Xing. ¿Cómo ha estado de ánimo últimamente? —preguntó Tangning mientras abordaba el coche.
—Ha mejorado en eso de ocultar sus sentimientos —contestó Song Yanshu—. Ha recibido muchos trabajos últimamente y su álbum está a punto de salir a la venta. En el futuro, parece que estará demasiado ocupado como para pensar en otras cosas.