Los dos caballeros involucrados en el escándalo habían expresado sus opiniones relacionadas al hecho de que Luo Xing fuese el tercero en discordia en aquella relación. Ahora mismo, faltaba únicamente la opinión de Xia Jingyi, cuya postura parecía tener el poder de determinar la vida y la muerte de la carrera de Luo Xing.
Xia Jingyi no era ninguna estúpida. No podía permitirse ofender a Ruan Xiwen, ni tomar represalias contra Hai Rui, por lo tanto, su única opción era llegara un acuerdo entre ambas partes.
Desde luego, ella creía que esta sería la solución menos traumática para todos los involucrados.
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—A las tres de la tarde, Xia Jingyi ofrecerá una conferencia de prensa. Cuando llegue ese momento, ella lo aclarará todo —aseveró Song Yanshu, quien estaba detrás de Tang Jingxuan en la sala de espera—. Con la presión del Presidente Mo, no se atrevería a actuar con imprudencia.