—¿Estás bien? —le preguntó Mo Ting a Tangning después de entrar al canal de televisión.
Tangning asintió con la cabeza con una ligera sonrisa, haciendo todo lo posible para tranquilizar a Mo Ting.
—En el futuro, trata estos problemas de inmediato. No dejes que se alarguen —advirtió Mo Ting con un tono algo seco. Cuando se trataba de la seguridad de Tangning, nunca había permitido que nada saliera mal, así que la escena de hoy fue una buena lección para él.
—No volverá a suceder —respondió Tangning con seriedad.
Debido al estatus de Tangning y al hecho de que Mo Ting era su representante, el personal del canal de televisión los saludó con una cálida sonrisa.
Después de entrar al estudio de grabación, Tangning se sentó en el asiento de los invitados. Sentada frente a ella estaba la anfitriona, una mujer de cabello largo. Mientras tanto, Mo Ting estaba observando toda la transmisión tras bambalinas.