—Si quieres llorar, llora —le dijo Mo Ting a Tagning, camino a casa, mientras ella se apoyaba en su hombre—. Fue mi culpa haber llegado demasiado tarde y haberte dejado sufrir.
Tangning finalmente se soltó y comenzó a sollozar, se había contenido durante bastante tiempo,
—Fui yo quien eligió ir allí, no tenía nada que ver contigo. ¿Por qué siempre te culpas?
—No protegerte bien es siempre mi culpa —dijo Mo Ting con un sentimiento de culpa—. De ahora en adelante, solo eres mi esposa. Ya no eres la nieta de alguien y no tienes nada que ver con "esa" familia.
—Umjú—dijo Tangning asintiendo con la cabeza, pero ella todavía no podía evitar que sus lágrimas salieran de sus ojos.
El dolor causado por la familia siempre fue el más desamparado y difícil de curar.
Porque no te permite elegir.
—Deja de llorar ahora, me duele el corazón —le pidió Mo Ting.