Después de ver las noticias, Mo Ting extendió la mano para apagar el televisor. No estaba satisfecho con la forma en que Qin Yu manejó el asunto: ella simplemente anunció su retirada y no tenía ninguna intención de disculparse con Tangning.
Tangning vio la ira de su marido. Al ver que estaba a punto de llamar a Lu Che, extendió la mano y lo detuvo.
—Esso es suficiente. Para una persona orgullosa como Qin Yu, destruir su carrera ya es peor que matarla, además, ¿cuál es el punto de obligarla a pedir disculpas? No desperdicies tu energía en personas así, Ting, necesitas descansar.
Mo Ting giró la cabeza, miró a Tangning y se dio cuenta de que le daba palmaditas en el lugar a su lado: no podría negarse. Entonces, se acercó, se sentó y la envolvió en su abrazo:
—Me duele el corazón por ti.
Tangning aprovechó la oportunidad para masajear el hombro de Mo Ting y notó que sus músculos estaban tensos.