Los ojos de Tangning ardieron. Ella no respondió.
An Zihao tenía una expresión mixta pero asintió de todos modos.
—Haré lo que debo hacer.
—Tangning, no te forzaré, pero, piénsalo bien...
—No hay necesidad de pensar. Si nos descubren, asumiré toda la responsabilidad. Somos inseparables —respondió Tangning en un tono serio. Su voz era firme y no contenía ningún atisbo de duda.
Lan Xi miró a Tangning pensativamente y sonrió.
—Entonces, no nos preocupemos más. Por cierto, ¿has visto las noticias sobre Hai Rui?
Lan Xi les sirvió a cada uno una copa de vino tinto: —Dos superestrellas internacionales son una gran pérdida para Hai Rui.
Al escuchar las palabras 'Hai Rui', la expresión de Tangning se volvió triste. Todo lo que pudo hacer fue chocar su copa de vino con la de Lan Xi, pero no dijo una palabra.
—Tanging, con toda honestidad, ¿alguna vez has considerado unirte a Hai Rui?