Gu Qingli tenía un juicio detallado y preciso, así que le dio a Mo Ziyan un gran consejo. Pero, debido a eso, Mo Ziyan terminó quedándose en casa de Gu Qingli más tiempo del esperado. Así que, para cuando regresó al campus, la puerta principal ya estaba cerrada.
Gu Qingli no tuvo más remedio que dar la vuelta y llevar a Mo Ziyan a su casa.
—Hermano Cuatro, ¿por qué no regresaste al Hyatt Regency...?
Gu Qingli la ignoró mientras buscaba un pijama y le dijo dónde estaba el baño.
—No te preocupes por quedarte aquí. Antes de que estés dispuesta, nunca sobrepasaré mis límites.
Ella todavía se sentía un poco mal. Pero, esa era la casa de su novio, ¿qué había de malo en que se quedara allí?
Así que, ella ya no se resistió cuando entró al baño y se bañó apropiadamente. Después, cuando salió del baño, notó que la luz de la sala de estudio seguía encendida.