Un silencio total resonó en la habitación cuando Mo Lingtian dio su respuesta y todos le miraron. Su tono era extremadamente seguro. Lu Jingli estaba preocupado.
—¡Hermano Tian! ¡¿Estás seguro?! ¡No des una respuesta al azar! ¿Quién es Zero? ¿Qué es una jaula de prisión? ¡Nunca había oído hablar de él antes!
Qin Mufeng miró a Mo Lingtian con una expresión complicada.
—Tampoco he oído a Tianxin mencionarlo.
—¡Bastardo con suerte! ¡Tienes razón! —Feng Xiaoxiao volvió a apretar los dientes mientras miraba la respuesta en el trozo de papel.
—¡¿Qué?! ¿Eso es correcto? ¿Cómo lo has hecho? ¿Realmente sabes leer la mente? —Tang Lang estaba impresionado.
Los ojos de Mo Lingtian miraron a la chica por el contrario y no dijo nada. Lu Jingli y Jiang Muye, que conocían su relación, lo estudiaron de forma extraña. Qin Mufeng frunció un poco el ceño. Lu Tingxiao también miró a Mo Lingtian, pero no se sorprendió. Se volvió hacia Feng Xiaoxiao y le preguntó: