Justo cuando estaban ayudando a Zhuang Lingyu a subir a un coche, ocurrió un accidente. Una rugiente motocicleta negra corrió hacia su dirección desde lejos.
—¡Señora, tenga cuidado!
El chofer protegió a Zhuang Lingyu arrastrándola a un lado. Justo cuando estaban a punto de sentirse aliviados, la moto cambió de dirección y luego se dirigió hacia ellos de nuevo. Más específicamente, ¡la moto se dirigió directamente hacia Zhuang Lingyu! Era demasiado rápido, por lo que Zhuang Lingyu no pudo evitarlo esta vez. Cuando las criadas y el chófer se dieron cuenta de lo que había pasado, Zhuang Lingyu ya había sido derribada. Cayó inconsciente mientras yacía en su propia sangre. La moto ya se había ido antes de que alguien pudiera echarle un buen vistazo.
—¡Ah! Asesinato... ¡Asesinato! ¡Es un asesinato!
—¡Señora!
Las dos criadas gritaron y el chofer quedó atónito. Corrió rápidamente después de un rato.
