—¡Jefa! ¡Por fin ha vuelto!
Tras el grito de aquel hombre de mediana edad de ojos llorosos, Tang Lang, Tang Ye, Feng Xiaoxiao y Han Xiao miraron a Ning Xi. Ning Xi giró sus blancos dedos y señaló su nariz con total desconcierto.
—¿Eh? ¿Te refieres a mí?
En ese momento, el calvo que estaba al lado del hombre de mediana edad salió corriendo con mocos y lágrimas también.
—¡Jefa! ¡Pensé que ya no nos querías!
Ning Xi se quedó sin palabras. ¿Qué? Ning Xi sólo reaccionó después de mucho tiempo. Habló con recelo en su voz:
—Espera, espera, espera... ¡Habla bien! ¿Quién es su líder? ¿Consiguieron a la persona equivocada?
Cuando el hombre de mediana edad la escuchó, parecía como si Ning Xi fuera una rata sin corazón.
—¡Jefa! ¿Se olvidó de mí? ¡Soy Zeus!
El calvo agregó rápidamente: