Fue sólo una subasta de dos horas y sin embargo se sintió como una eternidad para todos. Al acercarse el final, incluso el subastador se distrajo. Los plazos entre la confirmación de cada oferta se fueron acortando, e incluso se omitieron las frases formales habituales.
—Número 39, 5 millones de dólares una vez. Número 39, 5 millones de dólares dos veces. ¡Número 39, 5 millones de dólares tres veces! ¡Trato hecho!
¡Bang! Con el sonido del golpe de martillo del subastador, todos se sintieron aliviados. El último objeto de la noche había sido vendido y la cena de caridad finalmente había llegado a su fin.
—La Noche de Caridad de LA finalmente ha terminado. Gracias por la participación de todos. ¡Los fondos que recaudamos esta noche se utilizarán para ayudar a los niños con leucemia! ¡Gracias a todos! ¡Gracias!